Por Óscar Cuevas
La debilidad inherente al ser humano fue cubierta poco a poco con tecnología y herramientas. Las sociedades se trasforman, casi siempre, como resultado de las técnicas y las ciencias que las impulsan. El posmodernismo está marcado por un deseo febril por la innovación y la creatividad. Como tal, ha impulsado el diseño de sus caballos de fuerza.
En una sociedad que enaltece el egoísmo, el consumismo y rechaza con fiereza la caducidad y el envejecimiento, valores como la paciencia y la experiencia se han ido al carajo. Facebook, Twitter, Instagram y el Internet se han instaurado en nuestras sociedades posmo como las nuevas maneras de comunicación. Son plataformas que raras veces logran comunicar. Seguir leyendo