PAN 2018: la peor campaña en 30 años

Acción Nacional prometía cuando inició la campaña presidencial. Con un candidato joven y ambicioso podría haber disputado las preferencias pero los escándalos y las divisiones internas lo colocaron como otro gran perdedor de la más reciente elección. Revisa qué perdieron, qué ganaron y las razones de ello aquí. 

Por Juan Pablo Aguirre Quezada

“La democracia no es el peligro. La Democracia es la Oportunidad”.

Carlos Castillo Peraza

Los resultados de las elecciones del pasado 1 de julio fueron negativos para el Partido Acción Nacional respecto a los avances obtenidos en otras elecciones. En el caso de las candidaturas federales, fracasó en su intento por recobrar la Presidencia de la República, perdida desde 2012.

En cuanto al Senado de la República, continuará como segunda fuerza, pero con menos legisladores, al pasar de 37 miembros a posiblemente 24. En tanto, la Cámara de Diputados cambiará de 107 a un número cercano a 82 curules. Esta debacle es más preocupante si se toma en cuenta que participó junto con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano en el llamado “Frente por México”, que apenas logró 22% del total de votación para elegir al Presidente para el período 2018 – 2024. Sin duda, el peor resultado en las últimas tres décadas para el blanquiazul.

En cuanto a las gubernaturas, logró retener Guanajuato y Puebla, sin embargo, perdió Veracruz pero sumó Yucatán, por lo que continuará con 11 entidades federativas gobernadas, más el caso de Quintana Roo en coalición. Sin embargo, respecto al número de habitantes, es una pérdida para el PAN debido a que Veracruz concentra la tercera cantidad de electores a escala nacional.

¿Por qué fracasó la propuesta de Acción Nacional en las elecciones de 2018? Una primera respuesta fue la creación de una alianza electoral sin consulta a las bases de los partidos involucrados, por lo que no hubo compromisos sólidos entre las cúpulas y los electores. Como resultado fue una mala negociación, ya que los aliados del Frente por México obtuvieron un mayor número de diputados y senadores que el peso electoral que aportaban a las candidaturas comunes.

Por otra parte, la falta de estrategias de comunicación exitosas con la comunidad imposibilitó una cercanía del PAN con el resto del electorado, con propuestas poco novedosas y apreciadas . La pérdida de identidad interna se reflejó en una crisis electoral al alejarse de posiciones ideológicas formadas a lo largo de casi 80 años de existencia.

Acción Nacional debe recordar el pensamiento de Efraín González Luna al señalar que “quienes están cómodamente instalados en las estructuras creadas por ellos para beneficios de los menos, no se preocuparan por cambiarlas”. Por tanto, si el PAN quiere ser competitivo, debe estar cerca de las críticas e inconformidades de los sectores sociales, y con ello, ser una parte, un partido, de las opiniones que refleja la sociedad mexicana.

El PAN fue un partido fracturado en este proceso electoral debido a la falta de garantías para un proceso democrático para la elección de candidatos, por tanto, la falta de cohesión interior envío un mensaje negativo al electorado ante la posibilidad de ser considerado como una opción para su voto.

Tal vez la institución olvidó la recomendación de Carlos Castillo Peraza al afirmar que “no es tiempo de inventar futuros con el pretexto de que inventar futuros salva el presente, sino es el tiempo de preservar el futuro por la acción responsable del presente”. La ambición, falta de acuerdos y una comunicación transparente fueron elementos que definieron la derrota de este instituto político ante la decisión ciudadana expresada en las urnas.

Acción Nacional deberá transformarse a fin de ser una solución para los ciudadanos que buscan con su esfuerzo de día a día transformar a México. Si bien los resultados del 1 de julio fueron muy inferiores a los de las elecciones previas, es un claro mensaje de la población para que pueda ser útil a la sociedad. De no hacer este esfuerzo, las siguientes elecciones pueden situar al PAN en una situación de emergencia tales como las que viven sus aliados del Frente (PRD y MC) y su adversario histórico el PRI. La nueva disputa del PAN será la renovación de sus dirigencias nacionales y estatales, y el cuidado de evitar más escisiones en este grupo político. Más preocupante aún el cumplimiento de miembros necesarios para cumplir el precepto legal del umbral de militantes. Sin dudas, cambios necesarios para recobrar la confianza ciudadana.

@realjpaguirre

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