Por Susana Silva
Salir a la calle en México, siendo mujer, es un deporte de alto riesgo. Desde la administración de Calderón, el feminicidio se ha convertido en un delito que sigue en aumento en México, sin que a la fecha se haya logrado una política pública integral que logre combatirlo.
Diversas acciones se han intentado instrumentar desde el gobierno, también diversos colectivos han intentado minimizar el impacto que este crimen tiene sobre la población femenina. ¿Cuál es la situación del feminicidio en México? Te invito a seguir leyendo para descubrilo.
La semana pasada se difundió un movimiento en redes sociales a manera de contestación a la propuesta infortunada de una diputada veracruzana para establecer un toque para las mujeres y así evitar feminicidios.
La propuesta era que el viernes a partir de las ocho de la noche, las mujeres saliéramos, nos apropiáramos del espacio público, tomáramos una selfie y la publicáramos con el hashtag #LaCalleEsNuestra.
Como estudiante del tema de espacio público me pareció importante la acción, sobre todo para quienes vivimos en colonias populares, donde el espacio público no sólo es inseguro para las mujeres, lo es para cualquier usuario de éste.
Ese día reflexioné: Había salido con mis hermanas, las tres, sonreímos para la foto, disfrutamos de salir juntas. Coincidimos, en caso de estar solas la selfie no habría salido tan bien -tal vez, ni siquiera habría habido una-, porque sería inseguro entretenerse en la calle para buscar la cámara entre las aplicaciones, siquiera sacar el teléfono es riesgoso, pero estábamos juntas, nos divertimos y el miedo disminuyó.
Así es, disminuyó, pero no desapareció.
Estos ejercicios nos incentivan a apropiarnos del espacio público que desde siempre se nos ha ido relegando, por muy sutil que parezca en mayor medida a las mujeres. El tema del acoso callejero, la violencia, la inseguridad, se diversifica en el espacio público y no cesa.
Según los datos abiertos de la Encuesta de Cohesión Social para la Prevención de la Violencia y la Delincuencia (ECOPRED) realizada en 2014, de los ataques de tipo sexual que ocurrieron, el 51.9% ocurrieron en el espacio público. Ese que para algunos autores es la esencia de la ciudad misma, nos da muestra de la manera en que se ha conformado la sociedad, el reflejo de la vulnerabilidad que enfrentamos y la carencia de garantías para que podamos llegar vivas a casa.
El tema aquí abordado no es un problema menor, se han emitido alertas de violencia de género en municipios de al menos 15 estados del país -pero se ha solicitado por diversos sectores que se emita en más de 27 estados-, la cifra de mujeres desaparecidas, asesinadas por su pareja o víctimas de delitos que terminan con su vida se aumenta cada día.
Las calles aún no son nuestras, pero debemos apropiárnoslas, exigir garantías, derechos y perder el miedo, poco a poco, ganando espacios, en la práctica cotidiana, no va ser sencillo y tal vez, tampoco pronto, pero debemos iniciar por algo, hacernos presentes… No dejar que lo que llevamos avanzado retroceda, defendernos ante declaraciones y propuestas fuera de la realidad con acciones reales, concretas, que impacten, no sólo en el espacio público, en leyes, en nuestra concepción sobre lo que nos pertenece.
Fuentes:
INEGI. Encuesta de Cohesión Social para la Prevención de la Violencia y la Delincuencia (ECOPRED), 2014.
Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres: Alertas de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) declaradas en México y las acciones para erradicar la violencia ejercida hacia ellas en los distintos estados. Fecha de publicación: 23 de abril de 2018.
@susarania
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4 comentarios en “La calle aún no es nuestra”