A casi 70 años de que la Organización de las Naciones Unidas proclamara la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es interesante descubrir que no hemos avanzado ni siquiera en el cumplimiento del artículo uno: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”. Estas palabras nos interpelan, nos cuestionan y nos deberían llevar a retomar el camino. Por eso, es necesario hacer un breve análisis del enunciado para ver cómo vamos.
En principio, ni siquiera cumplimos a plenitud el inicio del artículo, “Todos los seres humanos nacen…”, pues hoy discutimos la irracional idea de matar individuos en sus primeras etapas embrionarias. Desde la segunda parte del siglo pasado, estamos buscando hacer esto legal y hasta un derecho de la mujer. Así pues, no dejamos a muchas personas desarrollar su potencial porque las matamos en el vientre materno con el beneplácito de gobiernos, leyes y movimientos pseudosociales virulentos que representan a minorías militantes.
Seguir leyendo →