Por Juan Pablo Aguirre Quezada*
Chad es uno de los países olvidados en los diarios occidentales. Conoce qué está pasando en este país y por qué se habla de una crisis humanitaria en él. Déjanos tus comentarios al final del texto. 🙂
“Reconocer la pobreza no deshonra a un hombre,
pero sí no hacer ningún esfuerzo para salir de ella”.
Tucídides.
Chad es un país aislado del mundo por razones geográficas: no tiene salida al mar, la zona de la frontera norte es un desierto y comparte la característica con sus vecinos en la zona central de África de tener una población con las peores carencias a escala mundial. Por si fuera poco, esta nación ofrece algunos de los peores indicadores para vivir a escala mundial, ejemplo de ello es que de acuerdo con el Banco Mundial la esperanza de vida es de 51.55 años, lo cual es muy bajo en comparación con otras naciones. Además, el PIB per cápita mostró un decremento en el último año para situarse en 880 dólares anuales, es decir, un promedio de ingreso de dos dólares con 40 centavos diarios, con una expectativa a la baja para 2016 en 0.43%.
Fuera de las estadísticas, diferentes organismos internacionales y de la sociedad civil hicieron énfasis en fechas recientes de un aproximado de 2.6 millones de personas desplazadas en la región de la cuenca del lago Chad por la violencia de grupos terroristas como Boko Haram, por lo que buscan salir del país en búsqueda de un refugio. Además, la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU informó que más de un millón de seres humanos que se encontraban en dicha situación pudieron regresar a sus hogares, por lo que la cifra de afectados totales se situó en 3.7 millones, equivalente a cerca del 29% del toda la población del país, que tuvieron que dejar todo por ser vulnerables a los ataques terroristas.
Debido a la violencia sufrida por los extremistas de Boko Haram, el Primer Ministro de Chad, Albert Pahimi Padacke, ha buscado el apoyo de otros estados africanos para sumar esfuerzo y detener la violencia causada por el grupo terrorista. Por su posición en el mapa, Chad es vulnerable a la llegada de refuerzos de otros grupos armados.
Además, el titular del El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha promovido la agricultura de sobreviviencia en la población desplazada, a fin de evitar hambrunas que hagan más riesgosa la crisis humanitaria que padece la región. Este funcionario reconoció que en Chad también hay refugiados procedentes de Nigeria, Camerún y Níger; por lo que las acciones terroristas y de insurgencias llevadas a cabo por Boko Haram.
Entre la población vulnerable de refugiados están las mujeres, que tal y como sucedió en otros países -entre ellos Nigeria- han sufrido demasiado en este conflicto. Algunas organizaciones de la sociedad civil internacional han alertado de la falta de equidad de oportunidades del acceso a la educación por parte del género femenino. Además, las infantas son obligadas a casarse a temprana edad con la idea de la reproducción, situación que les disminuye oportunidades de desarrollo. El problema se agudiza en los campos para refugiados, por lo que diferentes voluntarios están participando de diferentes formas para realizar acciones que impidan el matrimonio infantil, además de prevenir acerca de otros delitos como venta de menores de edad o trata de personas.
Además, Chad se caracteriza por ser un país con leyes que afectan a las personas LGBTTI, cuya normatividad prohíbe estas preferencias sexuales al criminalizar a sus practicantes con multas económicas y prisión.
El desplazamiento de comunidades ha creado también otros problemas como la falta de alimentos en la región, que afecta por igual a la población no vulnerable como a los refugiados o a los guerrilleros. Gran parte de los habitantes de Chad sobreviven por la ayuda internacional, por lo que la crisis humanitaria puede agudizarse ante la falta de producción y distribución de comestibles.
Este problema también tiene relación con otras preocupaciones en materia de salud pública. Ante la emergencia enfermedades como diferentes tipos de hepatitis, malaria, desnutrición severa o sarampión se han multiplicado de acuerdo con la organización Médicos sin Fronteras. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó de la propagación de la enfermedad meningocócica, con una tasa de mortalidad de 6.2%. El incremento de riesgos sanitarios está asociado a la falta de salubridad por los conflictos sociales y a la escasez de alimentos.
Chad tiene poco más de medio siglo como país independiente, pero después de tres décadas de conflictos bélicos internos y combates con su vecino, Libia; el resto del tiempo no ha podido consolidar una democracia como forma efectiva de gobierno, lo que ha complicado una administración pública eficiente que pueda orientar los esfuerzos que permitan el desarrollo y bienestar de la sociedad chadiana.
Dado lo anterior, algunas voces consideran que Chad es uno de los países más difíciles para vivir en todo el mundo. Es uno de los que tiene la tasa más alta de mortalidad materna, infantil y general; la expectativa más baja de esperanza de vida al nacer y un alto porcentaje de menores bajo peso. Ante esta situación, ¿Cuál es la solución? Los chadianos tienen una respuesta: su juventud. La edad media de este país es de 18.6 años, por lo que el bono demográfico juvenil puede traer desafíos y soluciones. El gobierno de Chad debe creer en sus jóvenes a fin de crear un cambio generacional que impacten de forma positiva en su desarrollo social.
@realjpaguirre