Mucho ruido, pocas nueces

Por Óscar Cuevas

La recién terminada campaña terminó por desencajar en la ciudadanía. Ningún candidato intentó innovar y seguimos sin saber cuáles son sus principales propuestas un día después de haber acudido a las urnas. Si recuerdas alguna de sus propuestas, te invito a recordármela y anotarla en los comentarios al final del artículo.

«El propósito de los medios masivos… 
no es tanto informar y reportar lo que sucede, 
sino más bien dar forma a la opinión pública
de acuerdo a las agendas 
del poder corporativo dominante»
Noam Chomsky 

Fuimos ingenuos. Pensamos que las campañas de comunicación de los partidos políticos podrían cambiar sustancialmente. Quisimos creer que el viejo modelo inspirado en el marketing norteamericano perdería vigencia ante la creciente necesidad de información que teníamos los ciudadanos. Nos equivocamos.

Todas las coaliciones apostaron por mensajes sin contenido. Todos por México, integrada a nivel federal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido Nueva Alianza (PANAL); pretendió construir una narrativa que no iba a funcionar en un país lleno de iletrados y analfabetas funcionales.

Meade pretendió reflejar sabiduría, experiencia, conocimiento y honestidad. Su candidato utilizó un lenguaje demasiado técnico para ser comprendido por los «ciudadanos de a pie» que no están familiarizados con los términos ni son capaces de interpretar adecuadamente los mensajes, ya que carecen de los referentes necesarios para poder decodificar adecuadamente lo que quería ser transmitido.

La narrativa que se quiso construir alrededor de Meade estuvo llena de contradicciones, por un lado se afirmaba ser un candidato ciudadano, por otro lado representaba al partido político que fundó el sistema político nacional. Cuando se decía que era honesto  se destapaban sus omisiones que derivaron en corruptelas. Argumentaban ser un nuevo PRI mientras recurrían a viejas tácticas narrativas: infundir miedo y desinformar al electorado.

Por México al Frente, formada por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC) apostó por la juventud de un Ricardo Anaya que nunca pudo desmarcarse del supuesto lavado de dinero y de la evidente cepa a la cual pertenece. En un momento de tanto encono con el país del norte, Anaya nunca reflejó seguridad, fuerza ni tenacidad. A tal grado que fue comparado con un personaje de película que comunica exactamente lo contrario.

Otro de los errores de la campaña del «joven maravilla» fue querer aparentar fortaleza, querer representar al héroe no le queda en un país que tiene referentes como Zapata o Villa. El gran fracaso de Anaya fue no construir una narrativa creíble, que se insertara en el imaginario colectivo. El mejor momento de esta coalición fue cuando hicieron el sonsonete de nananana… Una campaña que tiene como punto culminante una canción que, literal, no dice nada; no puede comunicarse con el elector y mucho menos transmitir un mensaje creíble.

Finalmente, la coalición Juntos Haremos Historia nunca logró crear un mensaje conjunto. Por un lado veíamos al PT y sus pésimas piezas comunicativas y por el otro, el partido más conservador, Encuentro Social, realizando un spot con un tigre, que nada tuvo que ver con la narrativa que venían manejando. Queda claro que en esta coalición, Morena llevaba la batuta, también en el terreno comunicacional.

Sabemos que Andrés Manuel es un excelente comunicador, así lo demostró una vez más al hacer que el YaSabesQuién se insertara en el imaginario colectivo. Todavía recordamos el CállateChachalaca que le aplicó a Vicente Fox, casi 8 años después. Es curioso que este candidato sea tan malo a la hora de los debates. López sabía que tenía que prepararse para ellos de ir perdiendo y salir a atacar en una arena que no es la suya, para su fortuna, el ser el puntero le benefició y pudo ser cauto en los tres ejercicios discursivos.

Sea quien sea el ganador de este domingo, queda claro que el gran perdedor de la elección es el ciudadano. A pesar de los intentos del INE por cambiar el formato de los debates, seguimos teniendo un bajísimo nivel de confrontación política y una nula capacidad por parte de los candidatos para transmitirnos qué van a hacer, cómo lo van a hacer y por qué lo van a hacer.

@CuevasO33

 

 

 

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