Por Juan Carlos Finck
Puedes estar en contra del «sistema», pero la diferencia radica en si estás generando un cambio en el mismo o si únicamente hablas de él. En este texto analizamos el posicionamiento de Kumamoto y el de «La Mars» para entender qué postura puede realmente cambiar el «sistema».
Mientras siga existiendo el aparato del Estado gestionado exclusivamente por el Gobierno, todas las carencias sociales serán únicamente responsabilidad de este último.
¿Cuál es la diferencia entre Pedro Kumamoto y Marcela Aguirre alias “La Mars”?
Básicamente que Pedro es un diputado local independiente de 27 años de edad, mientras que Marcela es una aspirante a “youtuber” de 16 años… bueno… realmente sus diferencias son más complejas, pero en realidad lo que importa entender es lo que ambos tienen en común: los dos están en contra del actual “sistema”.
Por ello, trataré de explicar eso que tienen en común y cómo lo que los diferencia nos puede dar a saber quién de los dos es más probable que cambie al “sistema” del que ambos tanto adolecen y aborrecen.
¿Qué es el maldito “sistema” del que todos estamos en contra?
El “sistema” que todo mundo quiere cambiar, por lo menos en México, es aquel basado en la cultura occidental del liberalismo del que los Estados actuales están formados.
Este implica un sistema económico rígido basado en la producción que se refleja socialmente como un único significado de la existencia, por ende, todo lo que hacemos en nuestras vidas tiene como fin directo o indirecto el obtener capital a través de la producción: estudiamos, trabajamos y nos relacionamos socialmente para en algún momento producir y obtener riquezas, de hecho, ¡hay quienes hasta se casan con este fin! (el famoso “MMC”).
Lo más serio es que la clase política mexicana se ha tomado este modo de vida muy en serio, por lo que para obtener capital añaden otras de sus “virtudes” a sus sistemas de producción como lo son el clientelismo, la corrupción y hasta la violencia (capitalismo gore). En efecto, el Gobierno controla y gestiona al Estado a su antojo y se niega a desmantelar sus heredados e ineficientes sistemas burocráticos que nos cuestan muchísimo individual y socialmente a los mexicanos (no pertenecientes a la clase política).
Por el contrario, para prevenir el desmantelamiento de la burocracia, los políticos se han dedicado a distraer, explotar, in-educar y atacar violentamente al pueblo mexicano por décadas, y como resultado aproximadamente el 50% de la riqueza mexicana está en manos del 1% de su población.
Para ello, históricamente esta clase política inventó, desde que acabaron con los feudales, algo llamado “elecciones” en la que supuestamente dejan en manos del pueblo la votación de líderes políticos que los obedecerán y beneficiarán, no solo económica, sino también social y culturalmente.
Obviamente los resultados no han sido nada favorables para la sociedad, mucho menos en México, ya que, por ejemplo, los que votan en las elecciones no son en promedio ni la mitad de la población mayor de 18 años de edad, es decir, ¡únicamente aproximadamente el 36% de la población total de mexicanos deciden el futuro político del país!
¿Cómo puedo cambiar al “sistema” según “La Mars”?
1) Lo que tengo que hacer es dejar de estudiar.
2) Debo abrir un canal de YouTube para que esa compañía me pague dinero, junto con Scorp, dependiendo de los seguidores de mi canal, y número de “likes” y visitas que tengan mis videos.
3) Debo hacer giras dando conferencias sobre mi sabia decisión de abandonar mi educación antes de los 18 años de edad con el fin de “alcanzar mis sueños”.
¿Cómo puedo cambiar al “sistema” según Pedro Kumamoto?
1) Lo que tengo que hacer es estudiar mínimo una licenciatura.
2) No dejarme absorber por ningún partido político mexicano.
3) Buscar la obtención de derechos sociales y la validez de garantías individuales a través del trabajo legislativo.
4) Debo presionar directamente a mis representantes políticos para que ahorren el ingreso público, así como quitarles el fuero para que no sean corruptos.
5) Debo utilizar mis redes sociales con el fin de educar, informar y fomentar la importancia de los derechos sociales.
Pedro Kumamoto es un político, la pregunta es: ¿desde la política se puede cambiar al “sistema”?
El pasado enero, Pedro Kumamoto propuso una iniciativa de reforma al artículo 41 constitucional y otra al artículo 51 de la Ley General de Partidos Políticos a la que él les llama en conjunto “Sin voto no hay dinero”, con el fin de reducir la entrega de financiamiento a los partidos políticos mexicanos hasta en un 65%. Sin embargo, esta iniciativa fue aplazada para ser votada antes del 30 de abril en la Cámara de Diputados por la Comisión de Puntos Constitucionales.
Pedro Kumamoto ya logró abolir el fuero en Jalisco y es posible que “Sin voto no hay dinero” pueda también ser aprobada con un impacto directamente nacional. Con estos ejemplos tal vez exista una pequeña esperanza de que desde el mismo sistema político se pueda cambiar al “sistema” del que tanto nos quejamos.
Para ello, necesitamos votar por candidatos independientes alejados de la actual clase política, y tenemos que seguir estudiando para conocer y cambiar los errores que como sociedad hemos cometido históricamente (como el haber permitido que una pequeña clase política se adueñara de toda nuestra riqueza).
A esto hay que añadirle que si no queremos caer en los mismos errores del pasado, tenemos que actuar y planear con una prospectiva social y no únicamente individual, más como Kumamoto y menos como “La Mars”.
Referencias:
Locke, John (2003) Segundo ensayo sobre el gobierno civil. Editorial Losada: Buenos Aires.
Valencia, Sayak (2010) Capitalismo Gore. Melusina: España.
http://cuentame.inegi.org.mx/poblacion/habitantes.aspx?tema=P
http://www.proceso.com.mx/408611/el-1-de-mexicanos-concentra-casi-la-mitad-de-la-riqueza-oxfam
https://www.maspormas.com/2015/12/11/sinvotonohaydinero/
http://verne.elpais.com/verne/2017/03/30/mexico/1490839833_651276.html
@JC_Finck