Por Óscar Cuevas
El panóptico de Foucault y el Gran Hermano de Orwell han tomado forma de red digital. Por medio de mecanismos como la geolocalización, redes sociales como Facebook, son capaces de saber dónde estamos, con quién, cuándo y por qué. Gracias a los hábitos de consumo que registramos en internet, compañías como Google ofrecen servicios a las empresas para poder “llegar a tus clientes potenciales” por medio de un algoritmo que cruza nuestro historial de sitios visitados con nuestros intereses mostrados en las redes sociales.
Así, las compañías puedes saber qué es de nuestro interés. Lo que puede ser una nueva manera de simplificar la vida de los consumidores pone en evidencia lo fácil que se está perdiendo la línea entre lo público y lo privado: usuarios que colocan las fotos de su más reciente lunch, desnudos parciales, sus más recientes enojos e inclusive, sus decepciones amorosas más vergonzosas; vistas al mismo tiempo por miles de personas en la red. Seguir leyendo