Por Ligia Aguilar
En este espacio ya se había escrito acerca de la elección histórica por la gubernatura de Aguascalientes en la que, por primera vez en la historia de México, todas las candidatas son mujeres.
Ahora unas semanas después, de cara a la elección, vale la pena reflexionar cómo se ha ido desarrollando la campaña que, sin duda es atípica por la participación de las mujeres.
Las candidatas son las siguientes:
María Teresa Jiménez Esquivel
Coalición “Va por Aguascalientes” conformada por el Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD)
Nora Ruvalcaba Gámez
Movimiento de Regeneración Nacional (Morena)
Anayeli Muñoz Moreno
Movimiento Ciudadano (MC)
Martha Cecilia Márquez Alvarado
Coalición “Trabajando Verde por Aguascalientes” conformada por el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM)
Natzielly Teresita Rodríguez Calzada
Fuerza por México
Coincide que todas las candidatas tienen experiencia como legisladoras, al mismo tiempo que se han desempeñado en la administración pública en diferentes niveles y diversas áreas, destacando Tere Jiménez quien ya fue alcaldesa del municipio capital Aguascalientes, y fue reelecta por otro periodo.
Ya se realizó el primer debate oficial organizado por el Instituto Estatal Electoral (IEE) de Aguascalientes, y se desarrolló en el mismo tenor en el que se ha estado llevando la campaña desde el inicio. Responde a una tendencia con la que, en general coinciden la mayoría de las encuestas realizadas hasta el momento, no ha habido sorpresas o cambios trascendentes que pudieran mover los números.
Hay un claro puntero que es la panista Teresa Jiménez; en segundo lugar, la morenista Nora Ruvalcaba, seguida por Anayeli Muñoz de Movimiento Ciudadano. En los últimos lugares están Martha Márquez del PT y Nat Nodríguez representando a Fuerza por México.
Teniendo esto en cuenta, era de esperarse que en el debate se vieran estrategias específicas de cada candidata dependiendo de su posición en las encuestas. Por su parte, Tere Jiménez quien va en primer lugar de las encuestas, se mantuvo apegada a las propuestas y los resultados de su administración como presidenta municipal. Aunque el formato era para debatir, con espacio para réplicas y contrarréplicas, Jiménez no tuvo prácticamente ninguna participación que hiciera referencia a alguna de las propuestas de las otras candidatas, tampoco respondió a ningún ataque, se mantuvo fija en su guion.
Aunque las demás candidatas también tenían propuestas que mencionaban en cada bloque, más bien aprovechaban los minutos que tenían a su disposición para atacar, no necesariamente a las propuestas, sino señalando actos de corrupción, irregularidades en declaraciones patrimoniales e incongruencias ideológicas por cambios de partido político, entre otros cuestionamientos.
Como en la mayoría de los debates políticos en campaña, hay un post debate y son todas esas opiniones que se vierten de la ciudadanía, medios de comunicación, líderes de opinión, los militantes, simpatizantes y mismas candidatas que intentan seguir haciendo eco de sus participaciones y extender así su estrategia que, en este caso, se ve claramente definida para cada una de ellas y sus respectivas campañas.
Entre las opiniones que llaman la atención, están aquellas que hacen referencia a la expectativa que se tenía de las candidatas por ser mujeres. Y ante tal expectativa, la decepción derivada de la percepción que dejó el primer ejercicio oficial, pues fue mayormente intercambio de ataques y ofensas.
Por lo general, en estrategias de comunicación, aquel candidata o candidato que lleva amplia ventaja sobre sus opositores, sigue en su papel sin salirse del discurso, sin caer en provocaciones. Al ser ya muy conocido y estar posicionado, no requiere de atraer más focos ni arriesgar mucho.
Por el contrario, aquellos candidatos que no son tan conocidos ni están posicionados ante el electorado, tienen que hacerse de tácticas para llamar la atención de la ciudadanía, así sea valiéndose de la polémica y no necesariamente de las propuestas.
Así pues, lo que pasó en el debate no fue nada nuevo, ni mucho menos obedece a temas de género. Obedece en buena medida, a estrategias ya probadas y comprobadas en comunicación política y también a una audiencia, que así lo compra. Si la polémica, los ataques, las ofensas no provocaran tanto revuelo y más “raiting” entre la ciudadanía, tal vez tendríamos más propuestas en los debates.
Sin duda los debates políticos en campañas electorales en México tienen mucho que mejorar en el sentido de lograr ser un espacio atractivo para la ciudadanía, para escuchar las propuestas de las y los candidatos. Sin embargo, estos ejercicios democráticos se han caracterizado por estar plagados de confrontación, pero no de ideas ni propuestas o posturas.
Lo anterior ha pasado con candidatos hombres y candidatas mujeres, por lo que no debe ser una carga especialmente para las mujeres, sólo por el hecho de ser mujeres. Ni mucho menos un tema para desacreditar la lucha por los derechos de las mujeres que, por lo general, ha sido llevada por mujeres fuera de la política, más bien de la sociedad civil que poco tienen que ver con la política electoral.
Después del primer debate oficial en Aguascalientes escuché frases como “¿ni entre ellas se respetan, ¿cómo exigen respeto a las mujeres?” El respeto es un deber ser hacia todas las mujeres, sin importar lo que seis candidatas digan en un debate político.
Claro está que la política mexicana y la manera en la que se han realizado las campañas políticas han dejado mucho qué desear, y se tiene que reivindicar, pero no por eso ante un hecho histórico como que todas las candidatas a la gubernatura son mujeres, se va a desacreditar la lucha por la igualdad de oportunidades en política.
También es innegable la capacidad de las mujeres para ocupar cargos de poder y toma de decisiones, por lo que se tiene que tener la responsabilidad y compromiso por honrar la lucha de las mujeres que nos antecedieron para el día de hoy, poder tener un debate con candidatas mujeres a una gubernatura.
Ya veremos cómo acaba la campaña, seguramente sin cambios en la tendencia, pero también hay que seguir volteando a ver a los perfiles de mujeres para próximas candidaturas, al mismo tiempo que todas y todos exigimos y construimos una mejor política en México.