«Cuando se está en medio de las adversidades, ya es tarde para ser cauto» Séneca
Juan Pablo Aguirre Quezada
La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) publicó el estudio Obesity Update 2017, en el que señala que uno de cada tres adultos mexicanos tienen obesidad (32.7%). Este porcentaje es el segundo más alto de los países afiliados a este organismo, únicamente superado por Estados Unidos (38.2%) y superando a naciones como Nueva Zelanda (30.7%), Hungría (30%), Australia (27.9%), entre otros. Cabe destacar que el promedio de los países miembros es de 19%.
Asimismo, el documento detalla que en México las mujeres son más vulnerables que los hombres de padecer esta enfermedad.
La OCDE también enfatiza el crecimiento del porcentaje de personas con sobre peso y obesidad en nuestro país en lo que va del siglo XXI, alcanzando 70% de las personas entre 15 a 74 años, lo cual es una alerta de salud pública. Esta tendencia continuará hacia 2030, en la que México, junto con Estados Unidos encabezarán los promedios más altos de obesidad, la cual puede ser hasta de 40% en los adultos nacionales.
El riesgo de tener un alto número de personas con obesidad y sobre peso tiene consecuencias en el gasto público en materia de salud, debido a la enfermedades asociadas. Asimismo, ocasiona desembolsos catastróficos a las familias por las necesidades de los pacientes.
¿Que problemas de salud genera la obesidad y sobrepeso? La Organización Mundial de la Salud (OMS) menciona como consecuencias riesgos de enfermedades cardiovasculares, diabetes, diferentes tipos de cánceres, trastornos del aparato locomotor como osteoartritis, entre otros.
El problema es serio. La OMS calcula que 1,800 millones de personas en todo el mundo tienen sobrepeso, de ellos, 600 millones tienen obesidad. En cuanto a género, el máximo organismo mundial en materia de salud calculó que 15% de las mujeres y 11% de la población adulta mundial son obesas.
La respuesta de las autoridades médicas del gobierno mexicano ha sido declarar una alerta epidemiológica debido a estos trastornos. Ejemplo de ello fue la posición del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) que observó un elevado consumo de alimentos con alto contenido en azucares o grasas, lo que conlleva a una posibilidad mayor de que los consumidores puedan adquirir sobrepeso u obesidad, con los riesgos de tener una o más enfermedades asociadas.
Otra característica del caso mexicano es que pese a ser un país en desarrollo es comparado con estadísticas de naciones de primer mundo con altos porcentajes de población con obesidad y sobrepeso, tal como son Estados Unidos o Reino Unido. Por lo que el gasto en salud pública en este rubro puede ser mayor en los próximos años.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición ENSANUT 2016 señaló que cerca de tres cuartas partes de los adultos (72.5%) tienen sobrepeso en nuestro país, padecimiento que incluyen a las personas con obesidad. También el estudio advierte de un crecimiento de estas enfermedades en la población infantil y juvenil, por lo que el reto para controlar el peso de la población será un reto para las autoridades sanitarias.
En tanto, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) destacó que la tercera parte del segmento poblacional de 12 a 19 años padecen sobrepeso y obesidad. E incluso, el organismo detalla que 4.1 millones de niños en edad escolar tienen ambas enfermedades; por los que los esfuerzos de Salud Pública también deben incidir en prevenir sobre los riesgos desde una edad más temprana.
Estas políticas únicamente serán exitosas con la colaboración de la población; por lo que es importante que tanto en lo individual como en lo familiar se adopten conductas como hacer ejercicio, o en su caso, activación física por lo menos con 30 minutos diarios. Esto complementará una alimentación sana que pueda ayudar al control de peso.
La prevención a futuro también es una acción importante para el diseño de políticas públicas en materia der salud. Por tanto, la unión de esfuerzos entre la sociedad y el gobierno deberán reflejarse para contrarrestar los efectos de la obesidad y el sobrepeso, con inclusión en programas y compromisos concretos que permitan reducir los riesgos sanitarios.