Por Juan Pablo Aguirre Quezada
«Se respetará escrupulosamente el espíritu liberal de dicha Constitución, a la que sólo se quiere purgar de los defectos que tiene ya que por la contradicción u oscuridad de algunos de sus preceptos, ya por los huecos que hay en ella o por las reformas que con el deliberado propósito de desnaturalizar su espíritu original y democrático se le hicieron durante las dictaduras pasadas”. Venustiano Carranza
El 5 de febrero de 1917 el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza la promulgó en el Teatro de la República de la ciudad de Querétaro. Este acto fue el resultado de los trabajos del Congreso Constituyente de 1916, a fin de restablecer la legalidad después de la dictadura de Victoriano Huerta y la división entre las diferentes fuerzas revolucionaras, dirimidas entre el Plan de la Convención de Aguascalientes y el Plan de Guadalupe.
Cabe destacar que el Congreso Constituyente de 1917 también fue un puente entre la legendaria XXVI Legislatura -donde destacaron legisladores mártires como el Diputado Serapio Rendón o el Senador Belisario Domínguez- y la XXVII Legislatura, por lo que los trabajos del Poder Legislativo se han llevado de forma continua desde la promulgación de la Carta Magna de 1917.
A cien años de distancia, la Constitución de 1917 ha tenido alrededor de 700 reformas en casi 100 años. Asimismo, es la Carta Magna que más tiempo ha durado vigente en la historia mexicana, superando la Constitución de 1857 o la de 1824. Cabe destacar que los artículos 7, 8, 9, 12, 13, 23, 38, 39, 47, 50, 57, 64, 68, 80, 81, 86, 91, 118, 126, 128, 129, 132 y 136 nunca han sido reformados. En contraste, los artículos que han sido reformados más veces son: el 73 (77 veces); 123 (26); el 27 (20); el 89 (18); el 74 (17); el 107 (16); el 76 (15) el 79 (15); el 115 (15); el cuarto (14); el 116 (13); el 122 (13); el 94 (12); el 105 (12); el 41 (11); el 111 (11); y con diez veces, el tercero; el 97 y el 104.[1]
A cien años de distancia, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se caracteriza por su alto contenido social –la primera en el mundo según algunos analistas-, tal como lo muestran los artículos 3 (educación), 27 (propiedad de tierras y aguas) y 123 (trabajo y previsión social). En gran medida, nuestra carta magna fue influenciada por diferentes ideales de la sociedad que vivió la etapa de la revolución mexicana, por lo que diferentes preceptos fueron retomados.
Como dato adicional, la Constitución de 1917 otorgó la jurisdicción de entidad federativa al Estado de Nayarit, al incorporar su definición en el artículo 47 el cambio del entonces territorio de Tepic, y que fue reafirmado en el artículo 43 como parte integrante del territorio nacional.
Además, la Constitución de 1917 es producto de una convocatoria realizada por Venustiano Carranza tomando en cuenta la distritación electoral de la época. En ese sentido, fue una representación nacional la que discutió y aprobó los puntos de la Carta Magna an Querétaro, meses antes de su promulgación.
Pese a la gran cantidad de reformas hechas, la Constitución de 1917 ha sido defendida por algunos analistas en el sentido de que es reflejo de una sociedad en constante transformación, y que por ello no se necesita redactar una nueva Carta Magna, ya que esta puede ser modificada de acuerdo a las circunstancias de la nación. Por su parte, otras voces refieren que es posible una nueva redacción a fin de reducir el número de cambios realizados.
Aunque están presentes ambas posturas, es importante reflexionar que las épocas en las que se realizaron las Constituciones en México (1814, 1824, 1836, 1857, 1917, entre otras) nuestro país estaba convulsionado por guerras civiles e incluso con serias amenazas del exterior; situación que ha contrastado con la historia del último siglo en nuestro país.
Mención especial refieren los constituyentes de 1917, entre los que se destacan personajes como Heriberto Jara, Francisco J. Mújica, Rafael Martínez Escobar, Cándido Aguilar, Froylán Manjarrez, Luis Espinosa, Juan de Dios Bojórquez o Esteban Baca Calderón que permitieron como bloque ser un “ala moderada que tuvo como núcleo fundamental a los ex diputados renovadores. La gran masa del Congreso llegó libre de partidarismos y fue la que formó la mayoría equilibradora de los extremos”.[2]
La Constitución de 1917 permitió el regreso al orden legal roto después del golpe de estado y la dictadura encabezada por Victoriano Huerta tras el asesinato del Presidente Francisco I. Madero y el Vicepresidente José María Pino Suárez, además de restaurar el Poder Legislativo. Con ello, Venustiano Carranza asumió como Presidente de la República en mayo de ese año, dejando atrás la jefatura del Ejército Constitucionalista.
[1] Cámara de Diputados. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Disponible en: www.diputados.gob.mx (fecha de consulta: 18 de enero de 2017).
[2] Cámara de Diputados. El congreso constituyente y la Constitución de 1917. Disponible en: http://www.diputados.gob.mx/museo/s_nues3.htm (fecha de consulta: 20 de enero de 2017).