Por Óscar Salazar

¿Alguien más piensa que México se parece cada vez más a la Ciudad de Dios?

Recordarán que en la película, el protagonista al recordar la vez que el “trío ternura” huía de la policía al robar un hotel, la persecución terminaría con el auto del trío chocado contra un local de la favela, al llegar la policía e interrogar a los testigos, nadie dijo nada, porque nadie sabía nada, nadie había visto nada, veamos dos  ejemplos recientes.

Socavón

Pues el gobierno mexicano y al parecer cada uno de sus gobernantes y altos funcionarios parece gobernar de esta manera. Hace unas semanas, recordarán el socavón en la carretera México – Acapulco, que desafortunadamente cobraría la vida de dos personas.

Proyecto que además, se vendió como una de las grandes obras en este cierre de administración por parte del gobierno federal, sin embargo, el socavón, demostró una vez más que a los altos funcionarios lo que les importa es recibir grandes tajadas del pastel. Corrupción es la palabra que mejor describe este evento. Según las últimas noticias tanto representantes de la Secretaría de Comunicaciones y Trasportes como del Estado de Morelos, sabían de los fallas de la carretera

¿La respuesta del gobierno?

Culpar a las lluvias, …, sí, así como lo lee.

Gober´s al grito de fuga

Hace unos días en Guatemala, el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, fue detenido por la policía guatemalteca y extraditado a México, a Duarte durante todo este proceso se le notó con una sonrisa burlona, despreocupado, fue transferido al reclusorio norte donde espera juicio y en su caso sentencia.

Duarte dejó una deuda estatal de 45 mil 775 millones de pesos, se dieron a conocer casos en que la medicina oncológica administrada a pacientes con cáncer en realidad era agua, se dio a conocer que el ex gobernador construía una casa en las lomas de Chapultepec en la Ciudad de México pero durante su administración nadie denunció nada pese a que los actos de corrupción saltaban a la vista.

Pero no solo él ha sido vinculado con casos de corrupción, al parecer, votamos por gobernadores para que se enriquezcan de manera ilícita y a costa del erario público, pues además a esta lista tendríamos que sumar a Roberto Borge, ex gobernador priista de Quintana Roo; Cesar Duarte, ex gobernador priista de Chihuahua; Jorge Herrera ex gobernador priista de Durango; Egidio Torre ex gobernador priista de Tamaulipas; Guillermo Padrés ex gobernador panista de Sonora.