150 años de la Restauración de la Republica

Juan Pablo Aguirre Quezada

Recordar la historia de nuestro país es fundamental para comprender nuestro presente. Los 150 años de la restauración de la República son fundamentales, checa por qué y sigue leyendo. 😉  

«Bajo el sistema federativo, los funcionarios públicos no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad». Benito Juárez

Este año 2017 se cumplen 150 años de un hecho histórico fundamental para la vida de México: la restauración de la República. Si bien la instauración data de 1824 con la puesta en marcha de la Constitución Federal, nuestro país se vio envuelto en diferentes luchas entre yorkinos y escoceses, centralistas y federalistas, conservadores y liberales, por lo que fue muy difícil la gobernabilidad en los primeros años de vida independiente.

La restauración de la república se da después de una intervención extranjera, a cargo de una potencia europea -Francia- imponiendo una monarquía bajo el régimen de Maximiliano de Habsburgo. En ese año -1867- se da el último cambio de forma de Gobierno en nuestro país; y pese a levantamientos armados o el proceso de la revolución mexicana, se ha mantenido por más de siglo y medio.

¿Por qué es importante recordar esta efeméride? Sencillamente la restauración de la República significó una segunda independencia, el rompimiento de la idea de un gobierno monárquico apoyado por intereses europeos. Es decir, que extranjeros gobernaran nuestro país. Asimismo, fue una confirmación de la Constitución de 1857, cuyo rigor se aplicaría después del segundo imperio.

La restauración de la República es también un proyecto de nación, en la que la educación empieza a ser un elemento de transformación social con la creación de la Escuela Nacional Preparatoria.

El triunfo de la República también significó un nuevo modelo nacional, en que la forma para elegir a los gobernantes sería por la vía democrática, y no la nobleza o el derecho divino como lo era en la monarquía.

Además, después de un periodo de guerras se abría la posibilidad de una paz duradera para México. Si bien hubo levantamientos militares en años posteriores, la intensidad fue menor que los vividos previamente en el siglo XIX, con lo que nuestro país pudo fortalecer diferentes proyectos económicos, además de abrir espacios para las artes, educación y ciencia.

Reflejo del sentir popular en esta época es la célebre canción «adiós mamá Carlota, adiós mi tierno amor» compuesta por el insigne liberal Vicente Riva Palacio. En la letra, este canto refiere a la tristeza de la derrota de los conservadores, la partida de los invasores europeos, el fin de una época de lujos para la monarquía, y presagiar el triunfo de los «chinacos» sin rencor. Si bien hubo una amnistía y se perdonó a diferentes conservadores que apoyaron el Imperio de Maximiliano de Habsburgo, también hubo ejecuciones de estos simpatizantes después de los fusilamientos del cerro de las campanas.

A 150 años del triunfo de la República el tema del fortalecimiento al federalismo continúa en la agenda política nacional; a tal grado que existen comisiones destinadas a este tema tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. Este suceso histórico recuperó la conformación de las entidades federativas y sus demarcaciones; si bien el proyecto monárquico de Maximiliano de Hasburgo dividía el territorio nacional en 50 departamentos, esto se alejaba de la tradición histórica; no obstante, la propuesta tenía rasgos interesantes de desarrollo local.

1867 se caracterizó por dos grandes batallas que marcaron el triunfo de la causa republicana: el 2 de abril en la ciudad de Puebla, con una gran gesta de las fuerzas liberales dirigidas por Porfirio Díaz que derrotaron a la fuerza principal de los conservadores, que eran comandadas por “el tigre de Tacubaya” Leonardo Márquez. Ese suceso fue trascendental, ya que evitó la llegada del contingente más numeroso que pudo fortalecer a Maximiliano y sus generales conservadores.

En tanto, el Sitio de Querétaro fue el combate final de este período de guerras que enlutó a la sociedad mexicana y la dividió frente a dos modelos de nación. Los monárquicos venían en retirada y permanecieron en la ciudad defendiendo su causa, aunque fueron vencidos por el General Mariano Escobedo. Un consejo de guerra realizó el juicio, y el dictamen se cumplió con el fusilamiento de Maximiliano, Miramón y Mejía el 19 de julio de ese año.

En uno de sus últimos pensamientos, el noble austríaco dirigió una carta al Presidente Juárez, en el cual refería que esperaba que su sacrificio pudiera contribuir a la paz y el progreso de la nación mexicana. Si bien en el siglo XIX y el XX aún hubo episodios de violencia política y social, los últimos años de vida del Benemérito de las Américas fueron la base de un desarrollo que pocas veces se había visto en esa época en el país, y que tuvo mayores logros en la época porfiriana. La paz llegó a México unas décadas, menos de medio siglo después estalló la revolución mexicana.

 

 

 

 

 

 

 

 

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