Notimex: ¿transición o imposición editorial?

Por Óscar Cuevas

El cambio de régimen podría haber generado nuevas reglamentaciones en materia de comunicación política. Se esperaba un México más abierto a al diálogo y a la crítica. Sin embargo, últimamente, se ha visto un empecinamiento en la figura presidencial por hablar de la prensa fifí, negar datos corroborados por diversos estudios y hacer de las mañaneras un ejercicio para dictar la agenda pública.

Uno de los cambios de rumbo en la comunicación política de la 4T se ha visto en Notimex, la agencia más importante de comunicación del Estado Mexicano. ¿En qué han consistido? ¿Ha actuado de manera imparcial San Juana Martínez? Lee el resto del artículo y déjame tu opinión al final.

¿Puede ser la ética universal? Si aceptamos una serie de preceptos racionales objetivos como aplicables a todas las culturas humanas y sus relaciones. Se puede plantear, entonces, que la meta histórica que deben lograr la acción y la organización sociopolítica humanas es la efectiva realización intersubjetiva de la razón ética en los diversos mundos socioculturales. (Rojas. 2011: 354)

Una de las manifestaciones culturales que nos distingue es el lenguaje. La lengua es un instrumento de comunicación que sirve para aprehender, comprender y sintetizar la realidad. El lenguaje, como representación del mundo, cobra una importancia fundamental en el terreno de la ética.

La palabra como expresión de verdades y valores adquiere un papel fundamental dentro de una sociedad. Si consideramos que, en la actualidad, la invención de nuevas tecnologías ha posibilitado diversificar los contenidos, emisores y canales por medio de los cuales podemos obtener información, resulta importantísimo retomar el concepto de la ética periodística.

En México, durante los años del autoritarismo priísta, la mayor parte de los medios se contentaban con reproducir boletines; de ahí pasamos sin escalas a un periodismo que se contenta en reproducir declaraciones. Carencia de recursos, censura, y autocensura han hecho del periodismo de investigación un bien raro en el periodismo mexicano. (Beltran del Río. 2002: 70)

La escena la completaban los dueños de los grandes medios, que buscaban anteponer la ganancia al derecho a la veracidad de la información. Como resultado del modus operandi del gobierno, los grandes consorcios mediáticos terminaron dependiendo de las partidas presupuestales para sobrevivir.

En este México, de la supuesta cuarta transformación, no queremos, cuando menos en la prensa, en los estados, grandes oficinas de comunicación social que decidan qué sí y qué no debemos saber. Los que debemos decidir qué queremos saber somos los individuos, no queremos entes que nos administren la información, no somos niños pequeños para que nos digan lo que sí o lo que no. (Rock. 2002: 67)

Tampoco queremos youtubers como Chumel o Callo de Hacha, que hagan de la falsedad y del amarillismo la línea editorial a seguir en redes sociales. En el México de la posmodernidad, de la 4T, del narcotráfico y de las coberturas por minuto; necesitamos un periodismo comprometido con la verdad.

Periodismo, dice Verdisqui, es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto es propaganda. Periodismo es ver el lado malo de cada cosa, que del bueno se encarga la oficina de prensa, de la neutralidad los suizos, del justo medio los filósofos y de la justicia los jueces. (Verdisqui en Beltrán del Río. 2002: 68)

El periodismo es el oficio que hace de la verdad un arte. Los periodistas mexicanos tienen la obligación de conducirse con ética en la realización de las investigaciones. Los medios de comunicación deben velar por el cumplimiento de los valores éticos que rigen a sus salas de redacción.

Uno de los mecanismos que han servido para lograr este cometido es la creación de Códigos de Ética y Manuales de Estilo. En el documento de una de las agencias más importantes en México, puede leerse que: el periodista de NOTIMEX se compromete a guiar su quehacer profesional […] sustentado en valores y principios editoriales que regirán las actividades informativas de la Agencia. Entre los valores a considerar destacan: veracidad, imparcialidad, objetividad, pluralidad, responsabilidad, respeto a la vida privada y libertad de información. (Manual de Operación y Estilo. 2016: 6)

A pesar de lo que se lee en su Manual, Notimex ha estado en el ojo del huracán por los supuestos cambios en su línea editorial, derivados del arribo de Sanjuana Martínez al puesto de Directora General de la Agencia.

Puede leerse en una nota publicada por el Universal el 20 de mayo de 2019:

“Con la llegada de doña Sanjuana Martínez, al parecer Notimex se ha convertido en la agencia Montessori de noticias, porque ahora se libera el potencial de todos y cada reportero hace lo que le da la gana.

Sanjuana Martínez fue nombrada en su puesto, entre otras cosas, por su trayectoria periodística. Hoy, esas referencias personales son secundarias; en su puesto público lo relevante es que se conduzca con legalidad, honradez, imparcialidad, eficiencia, respeto y transparencia. Utilizar a la agencia oficial de noticias del Estado para dirimir sus rencillas personales o ideológicas es, por decir lo menos, una falta de integridad sancionada por el Código de Ética de la Administración Pública Federal”. (Redacción.2019)

Recordemos que la nota responde a una enviada por Notimex, derivada de la celebración del cumpleaños del líder de La luz del mundo en Bellas Artes, intitulada “¿Quién miente? Polémica entre el INBAL y el Universal. Es evidente que la respuesta otorgada por “el periódico de México”, no es objetiva, ni sigue los valores de equilibrio, respeto y honestidad, que pueden leerse en su Código de Ética.

La crítica lanzada a Sanjuana es ridícula. Reprochar a una funcionaria del Estado por usar su cuenta personal para manifestar sus opiniones es un intento de censura, deleznable para cualquier medio de comunicación, doblemente reprochable a uno de los periódicos más importantes de México.

Sin embargo, este no ha sido el único caso que ha provocado la indignación de un sector de la opinión pública. Recientemente, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) exigió el derecho de réplica a Notimex, como respuesta a su artículo de opinión El maltrecho PRI, ¿rumbo al autoexterminio?, en donde, palabras más, palabras menos, se describe el declive que ha tenido este instituto político.

¿Dice algo Notimex que no sea sabido por los mexicanos? ¿Puede negar el PRI que se encuentra en un momento de crisis histórico? El artículo de opinión utiliza datos duros, oficiales, que pueden ser consultados por cualquier persona y están disponibles en el portal del Instituto Nacional Electoral (INE).

Más adelante, realiza un recuento de los desencuentros al interior del partido. Otorga evidencia de la crisis que vive el otrora partido hegemónico. Si algo es criticable en el artículo de opinión es la utilización de adjetivos calificativos y el no haber incluido a un firmante, como lo indica su Manual de Operación y Estilo.

La línea editorial de Notimex se ha modificado desde el arribo de Sanjuana. Es un ejercicio peligroso, pues continuar por ese camino, sin la responsabilidad que implica el manejar una agencia de noticias tan importante, puede derivar en la imposición de una narrativa simplista, acrítica y al servicio del poder.

En estos tiempos, tanto agencias, como medios privados, partidos de oposición y quienes ocupen puestos en los medios públicos; deben estar a la altura del cambio que se gesta: hacer de la opinión pública y publicada un espacio para la discusión argumentada de los problemas.

No estamos en tiempos frívolos. Cada uno, en su espacio, debe asumir su responsabilidad. Si queremos dejar de ser un país con medios mediocres y discusiones estériles, debemos asumir, con entereza, entrega y compromiso, lo que estos tiempos demandan: discusiones de altura con argumentos verificables, honestos, respetuosos y equilibrados.

No se trata solo de redactar leyes, sino de modificar prácticas, regular los poderosos intereses económicos que dominan en la sociedad mediática y, sobre todo, hacer valer la auténtica ética informativa. (Villamil. 2001: 74) Dejémonos de dimes y diretes, y apostemos por medios serios, maduros y críticos.

Bibliografía

@CuevasO33

También puedes revisar:

Casa blanca: periodismo de investigación

Racismo, políticas y terrorismo finaciero en México

Pegasus y la censura en México

Los comentarios y opiniones vertidos en Órbita Política son responsabilidad del autor, no representan una consultoría, asesoría o prestación de servicios de ninguna índole. 

5 comentarios en “Notimex: ¿transición o imposición editorial?

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