Por Eliel Morales Sosa
Recientes encuestas dicen que, en promedio, el 60% de los mexicanos aprueban el plan de AMLO para combatir el Huachicoleo. Sin embargo, esta situación podría cambiar si el desabasto se mantiene. ¿Hasta cuándo el gobierno federal planea bloquear los ductos? ¿Hasta cuándo pueden soportar los bolsillos de la población?
A diferencia de otros inicios de sexenio, donde al comenzar el año, uno de los principales problemas con los que se encontraba el país, correspondía a la subida de la gasolina, en este 2019 nos encontramos ante una situación diversa, pues el gobierno en turno al considerar el robo de gasolina un problema serio y prioritario, que afecta a los mexicanos, tomó la iniciativa de elaborar medidas para combatir esta situación.
Es así, que el 27 de diciembre López Obrador presentó su plan para combatir el llamado Huachicol, donde implementaba medidas para vigilar las refinerías, terminales de despacho y almacenamiento y controlar la forma de distribución de ductos hacia las gasolineras. Sin embargo, al controlar la forma de distribución de ductos, no se esperaba la decisión radical de cerrar los mismos para proceder a transportar el combustible mediante pipas.
Fue así, que el 31 de diciembre, en el estado de Michoacán se empiezan a dar los primeros casos, donde no había gasolina en más de 319 expendios de PEMEX y con posterioridad, esto se hace extensivo a no menos de 10 estados en el mes de Enero de este año, incluyendo entre estos a la Ciudad de México, dicha situación provocó que la misma población empezara a realizar compras de pánico por el supuesto “desabasto” de la gasolina que fue comunicado en medios, originando filas de hasta 3 horas en la Ciudad de México y en el Estado, creando un verdadero caos y descontento de cierta parte de la población pues no sabía con exactitud cuál era la versión real de los hechos.
Sin embargo, con las medidas referidas el Gobierno Federal considera está tomando las acciones adecuadas para desmantelar a la mafia que imperaba desde hace ya muchos años en el mercado de la gasolina y más allá de que estas sean las medidas correctas, considero lo indispensable es, una mejor forma de comunicación a la ciudadanía para que esta no entre en pánico sobre una posible crisis; y de manera paralela deben existir mejores formas de organización de distribución a la ciudadanía en general, haciendo la acotación, que es plausible destacar la medida implementada en la Ciudad de México, donde los vehículos podrán cargar gasolina conforme la terminación de las placas y engomado, controlando de esta manera las filas excesivas y el tiempo que se pierde en las gasolineras derivado de este asunto.
Ahora bien, atemperando el hecho del desabasto de la gasolina, las preguntas que continua en el aire son las siguientes: ¿Hasta cuando se llevarán a cabo estas medidas que para un sector de la sociedad parecen ser muy radicales? y, sobre todo: Si el “desabasto” de gasolina para la población continua, ¿realmente puede empezar a provocar desabasto en otros productos por problemas con su distribución en los medios de transporte? y con esto último, traer una verdadera crisis para la sociedad donde exista una escases real de productos de primera necesidad.
La respuesta a estas interrogantes solo pueden ser contestadas cuando el mismo gobierno tome medidas eficaces para resolver la situación con celeridad y eficacia, aunado y de manera paralela a una buena estrategia de comunicación que le permita entender a la población que gasolina hay para todos, sin embargo, esta se distribuye de una manera distinta, que se ve blindada para que el gobierno no sufra pérdidas por el mercado negro, empero, en la medida en que estas no se vuelvan del todo eficientes y se transmita de manera no clara, el ciudadano seguirá a la expectativa y probablemente, seguiremos vislumbrando demoras en las gasolineras, que ha futuro pudieran desembocar en problemas mayores.
Por último, considero es necesario reflexionar sobre de dónde deviene la raíz del problema del robo de gasolina, pues si estos grupos organizados parecieran tener todo el conocimiento necesario, así como redes y estructuras adecuadas para realizar estos atracos, es indispensable entonces, considerar nuevos mecanismos de control por parte de las autoridades que sean eficaces hacia el cuidado de los hidrocarburos y sobre todo partir de estos sucesos, para considerar castigos ejemplares que, independientemente de las reformas aprobadas en el 2018 en materia de delitos contra hidrocarburos, supriman y erradiquen este tipo de delitos que son de una índole tan perjudicial no solo para el país, sino para cada uno de los mexicanos en lo económico, personal y social.
@Eliel_jms
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2 comentarios en “EL DESABASTO DE LA GASOLINA EN MÉXICO”