Por Charles Gnomosky

En este texto lanzo dos interrogantes principales: ¿cuál será la narrativa de las candidaturas para la Presidencia de la República? ¿Estarán a la altura de las circunstancias? Acompáñame a explorar las respuestas en este texto.

Todavía faltan muchos meses para las próximas elecciones del 2024, pero, las campañas por la presidencia de México ya iniciaron. La historia de nunca acabar: propuestas, dichos, trechos y muchas buenas intenciones que no siempre se llegan a concretarse ya obtenido el triunfo electoral.  ¿Cuál será la narrativa de los candidatos y candidatas para la presidencia? ¿En qué personajes se transformarán? ¿Estarán a la altura de las circunstancias?

Independientemente de esto, lo que está en juego de verdad es un cambio al paradigma político: una mujer en la presidencia por primera vez en la historia política de este país. ¿Qué significa esto? ¿México está preparado? ¿Estas candidatas representan el verdadero cambio que necesita nuestro país? O sólo son una falacia en su narrativa e identidad.

Sean quien sea el ganador o “ganadora”, tendrá una inmensa tarea para gobernar este país. Podría ser la continuidad de este gobierno o algo nuevo y diferente. Una oposición debilitada que podría o no dar la sorpresa.

Han quedado muchas deudas del presente gobierno, la más importante la seguridad en casi todo el país. ¿Y la ciudadanía? El votante de a pie. ¿Qué estamos haciendo y construyendo?

Qué dicen las encuestas y qué nos dice la realidad. El candidato o específicamente “candidata”, ¿tendrá la visión para liderar a toda una nación? Lo que necesitamos sea un nuevo o nueva presidenta, es un verdadero proyecto político, un proyecto de nación tan necesario que ponga el piso más parejo para todos, con una visión hacía el futuro, respetando el pasado, pero construyendo desde el presente. 

Serán largos meses de ajetreo en las próximas campañas políticas, pero tal vez tendremos que acostumbrarnos los siguientes seis años de gobierno a decir: señora presidenta.