México y el retorno a la inquisición

El día 17 de agosto del presente, la Conferencia del Episcopado Mexicano convocó a protestar en contra de los matrimonios entre personas del mismo sexo. A lo que la Secretaría de Gobernación respondió que la Iglesia Católica está en todo su derecho de manifestarse pues no viola ninguna ley y en todo caso le toca a la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) intervenir en este caso.

Desde que el Presidente Enrique Peña (@EPN) solicitara, por cuestiones electorales y subir su aprobación en la ciudadanía, que el Congreso legalizara los matrimonios en toda la República, la iglesia se lanzó a una nueva cruzada contra el gobierno mexicano y contra la sociedad misma. El Cardenal Norberto Rivera pidió a sus feligreses castigar en las elecciones al PRI.

En su semanario “desde la fe” los inquisidores condenan y ejecutan a los homosexuales por sus preferencias sexuales, y yo les pregunto ¿y la pedofilia? ¿y los legionarios de cristo? ¿y la inocencia robada de miles de niñxs en toda la República? Es evidente que la iglesia fantasea con volver a la edad media donde tenían todo el poder y podían pasar por encima de cualquiera.

Pregunto en qué se diferencian las declaraciones del cardenal (así, con minúsculas) con las declaraciones de @RealDonaldTrump, acaso ¿no ambas fomentan el odio y la segregación? ¿Acaso estos actos no aluden a realizar actos violentos en contra de “los que son diferentes”? ¿Acaso la iglesia pide a gritos que en México se viva un crimen como el de Florida? ¿Hasta cuándo las autoridades permitirán que la iglesia (así con minúsculas) fomente el odio entre su congregación?

Año con año, la iglesia va perdiendo seguidores, las personas ya no confiamos en esa institución pues sabemos que sus manos están llenas de sangre. El cristianismo empezó como cualquier otra religión, eran un grupo de paganos perseguidos por el Estado hasta que se abrieron camino hacia el poder y, en vez de perdonar y hacer las cosas diferentes decidieron seguir exactamente el mismo camino de aquellos que los acosaban, matar y castigar “en nombre de Dios” Cuántos muertos en nombre de Dios no ha habido.

Una vez que se ganaron un lugar en el Imperio Romano, con la expansión de este, también vino la expansión religiosa, la cual, volvió a todos paganos y salvajes. Las cruzadas, la mal llamada santa, inquisición. Es por ello que cada vez más personas nos alejamos de estas instituciones fanáticas para buscar de forma libre nuestra espiritualidad.

Juárez debe de estar revolcándose en su tumba al saber sobre la intromisión de la iglesia en los asuntos del Estado.

El problema de este tipo de discursos, es que segregan aún más a la población, todos nos quejamos de las declaraciones de @RealDonaldTrump y de los sufrimientos de las personas que a traviesan la frontera norte, pero nunca volteamos a ver la frontera sur, frontera por donde pasan, nicaragüenses, hondureños, guatemaltecos, etc., todos ellos, con los mismos sueños que los connacionales, aspirar a una mejor condición de vida porque su gobierno no es capaz de brindarles dicha condición.

Los migrantes centro americanos saben que el tramo más peligroso de su travesía es México, tierra de nadie, donde sin explicación desaparecen, es probable que nadie vuelva a saber de ellos una vez que ponen pie en esta nación.

Nos indignamos porque los atletas “convencionales” no ganan medallas, los humillamos por su sobrepeso como si fuéramos capaces de siquiera dar una vuelta de carro, los atletas se encuentran en medio de un tiroteo, a ellos les toca cargar con las culpas de los hombres de pantalón largo y de los ganadores paralímpicos mejor ni hablamos, la difusión para ellos es nula.

Los intelectuales se han encargado de desprestigiar al mexicano,  flojo, sin sueños, sin ideales, somos examinados como si ellos fueran la excepción, pero por qué no dieron talleres libres para que las personas se pudieran acercar al arte, a la ciencia. Por supuesto tenían que preservar su exclusividad.

Y así construimos más y más diferencias, norteños, indios, chilangos, oaxacos, putos, fresas, etc. La iglesia, institución que debería de integrar y ayudar a que estas etiquetas sean borradas, fomenta el odio en la población, nos hablan de matrimonio personas que han renunciado a él. Nos hablan de moral, cuando nos deberían de estar pidiendo perdón por sus atrocidades cometidas.

Por Oscar Salazar

@ozzsalazar

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