#Pueblos #Originarios, tema pendiente del #gobierno #federal

Las invectivas de @RealDonaldTrump inundaron los #medios masivos de #comunicación y la condena de la #sociedad mexicana no se hizo esperar. Casi todos sentenciaban las palabras proferidas por el magnate estadunidense, sin embargo, estas reacciones no son otra cosa que una muestra más del doble discurso que impera en nuestra #sociedad.

Los #pueblos #originarios siguen siendo un tema pendiente del #Gobierno #Federal, quien se ha demostrado incapaz por atender a los #ciudadanos miembros de estas comunidades. “La cuestión indígena” sigue pre-ocupando a los gobiernos. Ya en sus famosas nueces escribía Alfonso Reyes que nuestro país necesita incorporar a la “raza india” a la vida civilizada del país y a las bondades del bienestar.  

La problemática radica en preguntarse, #bienestar, ¿para quién?, ¿para las grandes #corporaciones que los despojan de sus #tierras ancestrales?, ¿para los #partidos #políticos que siguen haciendo de la #población #indígena y empobrecida su pretexto discursivo perfecto?

A pesar de la continua exigencia del #Movimiento #Indígena #Nacional (#MIN) por tener mayor representación en los diferentes organismos en los que se toman las decisiones y se elaboran las #leyes, los #partidos #políticos siguen sin incluirles en las listas a los cargos de representación popular.

La resonada conversación de Lorenzo Córdova, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (#INE), donde se burla de un representante de dichos pueblos evidencia la poca importancia que para los altos mandos del #gobierno representan los pueblos originarios.

Una muestra más del olvido que tiene la clase #política #mexicana de los pueblos originarios es su nula representatividad. En la LXI  y LXII #legislaturas, de los 500 legisladores, solamente 17 provenían de esta pauta racial. Es decir, los #pueblos #indígenas tenían una representación del 3.5%.

De acuerdo con el estudio Desigualdad extrema en México, presentado por la organización @Oxfam, las #mujeres y los #indígenas siguen siendo las principales víctimas económicas del régimen #democrático mexicano. Esto quiere decir que los 6.8 millones de indígenas, según el #Censo de 2010, han sufrido procesos de exclusión y de discriminación sistemáticos, que se insertan en casi todas las esferas de nuestra cotidianidad.

Según @Oxfam #México, el 38% de la población hablante de lengua indígena vive en una situación de extrema #pobreza y dicha #comunidad presenta una tasa de pobreza extrema casi cuatro veces mayor que la población general. Queda claro después de leer el informe arriba mencionado que las #políticas #públicas destinadas a este nicho poblacional no han funcionado adecuadamente ni tienen un seguimiento adecuado ni una #evaluación de los #resultados obtenidos.

El tema #indígena recorre toda la #narrativa del #Gobierno Federal, diversos miembros del gabinete #presidencial y varios secretarios han comentado que es uno de los prioritarios y que es urgente la salvaguarda de sus #costumbres y el apoyo a sus #comunidades. Esto, ya se ha convertido en #ley y sin embargo, los resultados siguen siendo precarios.

Pareciera ser que en el #México “posmoderno” nos cuesta trabajo nombrar lo diferente, se habla de ello como un “asunto pendiente” pero no se reflexionan de fondo sus necesidades. Sus prácticas y #rituales, se siguen viendo como pertenecientes a la esfera de lo mítico. Ese espacio separado de la posmodernidad, que por su carácter de atemporal no se inserta ni en el plano #legal ni #político.

Seamos claros, los rituales de las comunidades indígenas deben ser respetados, pero para ello primero debe derribarse el carácter exótico y el espacio mitológico en donde se han colocado arbitrariamente. Las comunidades indígenas no pertenecen a un lugar espacio-temporal distinto, forman parte fundamental en la identidad y en el desarrollo del #pueblo mexicano.

Su “ancestralidad” debe ser reconocida como una narrativa histórica con valores y modos de pensar distintos, que pueden funcionar como un contrapeso a esta vorágine de #consumo y #tolerancia que tiene secuestrado al pensamiento internacional y que hace de lo diferente algo ridículo, cuya mínima funcionalidad y máxima significación se entremezclan para configurar una narrativa cuasi-mágica del quehacer cotidiano de los indígenas.

La hegemonía #cultural Gramsciana debe de combatirse precisamente desde #pensamientos que revaloricen a las #personas, que acepten a la #naturaleza como parte del #estado de cosas, y no como un espacio ajeno al #hombre que debe ser explotado y dominado mientras no se afecten los #intereses de ciertos homo sapiens.

Es necesario entonces, para asegurar la representación de los #pueblos #originarios, hacer una verdadera redistritación basada en la entidad de los #pueblos #indígenas, para que éstos encuentren representantes que defiendan sus intereses y no se adapten a la agenda legislativa previamente pactada.

Otro de los mecanismos puede ser la creación de un #partido #político #indígena #nacional o aprovechar la figura de los candidatos independientes. Es tiempo de revitalizar el neoindigenismo multicultural mexicano.

Óscar Cuevas

@CuevasO33

Texto publicado originalmente en la Revista Más Claro en noviembre del 2015

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