Hace unos días Miguel Ángel Mancera, mencionó que era necesario un nuevo aumento en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, lo que desató una ola de críticas a su ya muy criticada administración. Sin embargo, días después el gobierno de la Ciudad salió a desmentir lo dicho por Mancera.
Recordemos que en el año 2013, durante la administración del Metro, de Joel Ortega, se incrementó el costo del pasaje de tres a cinco pesos. Dicho incremento justificado por la necesidad de realizar adecuaciones a las instalaciones del transporte. Algunas acciones de mejora serían: erradicar a los vendedores ambulantes, aumentar la vigilancia y mejorar los tiempos de traslado.
Los que sí viajamos todos los días en el trasporte sabemos que ninguna de esas promesas han sido cumplidas. Los vendedores ambulantes siguen operando en las instalaciones, sin embargo, hay que cuestionar la falta de oportunidades laborales que llevan a las personas a integrarse en el comercio informal. Desde dulces hasta libros pueden adquirirse en los vagones a módicos precios. No basta con realizar operativos cada que es luna llena para retirar a los vagoneros, es obligación del Estado garantizar un trabajo digno, donde las personas puedan potencializar sus cualidades.
El aumento de la vigilancia, solo se implementa en jornada futbolera, policías que cuidan a las barras que se dirigen al espectáculo o cuando algún grupo mayoritario arriba a las estaciones, llámense porros de la UNAM, del POLI, del Bachilleres, o, bandas de reguetoneros que perfuman los vagones con olor a activo. De forma respetuosa se nos pide a los usuarios que abandonemos el vagón para que estos muchachos puedan viajar echando desmadre.
Recordemos que en la mítica estación del metro Balderas un tipo se metió con un arma de fuego, un hombre mayor trató de detenerlo pero falleció en el intento. A raíz del hecho, en algunas estaciones se instalaron detectores de metales que al día de hoy, se encuentran de adorno en las instalaciones.
Alguna vez una amiga, viajando en la línea B, decía, esta línea hasta en un día soleado tiene problemas. Realidad en todas las estaciones del metro. Peor, aún, que Tláloc haga de las suyas pues el sistema de drenaje es ineficiente. Las instalaciones se transforman en cascadas, ríos y lagunas.
Un compromiso que ha fluido es la instalación de escaleras eléctricas. Queremos suponer que para aprobar el incremento en la tarifa realizaron un estudio de toda la infraestructura del trasporte. Pero caso curioso en la estación del metro Nativitas se desplomaron escaleras de concreto, este tipo de escaleras no estaban comprometidas para su adecuación.
Compromisos
1. Compra de 45 trenes para la Línea 1.
2. Compra de 12 trenes nuevos para la Línea 12.
3. Renovación integral de la Línea 1 y remodelación de las estaciones con la asesoría del metro de París.
4. Mantenimiento mayor a los 45 trenes de la Línea 2.
5. Reparación de 105 trenes que están fuera de servicio.
6. Mejorar los tiempos de recorridos de trenes en las Líneas 4, 5, 6 y B mediante el cambio del sistema de tracción – frenado obsoleto a un lote de 85 trenes.
7. Incorporación de 1,200 policías más para fortalecer la seguridad del metro.
8. Renivelación de vías en la Línea A.
9. Re incorporación de 7 trenes férreos a la Línea A.
10. Sustitución de 62 escaleras electromecánicas en diversas estaciones de la red del STC.
11. Adquisición de 3,075 ventiladores para salón de pasajeros y 258 motocompresores.
12. Compra de un nuevo sistema de radiocomunicación para trenes, estaciones y personal operativo para incrementar la seguridad de los usuarios.
13. Modernización del sistema de torniquetes y generalización del uso de la tarjeta recargable en la red del STC.
Sin embargo, también es importante cuestionar nuestro actuar dentro de las instalaciones, no hay estación en el que sus vías no estén llenas de basura, los asientos reservados no son respetados, no se permite el descenso antes de ascender al vagón, no falta el que se queda en medio de la puerta bloqueando la salida, en fin mil y un conductas que realizamos al ingresar a las instalaciones del metro.
Por Oscar Salazar
@ozzsalazar