Soy lo que tengo

La reflexión filosófica parte de la práctica, tomando la acepción Aristotélica de #política, podemos decir que la elucubración filosófica puede abarcar el ámbito #político. En este sentido, el régimen #democrático-#consumista puede ponerse como objeto de análisis. La democracia pretende hacer partícipe de sus decisiones a la mayor parte de los ciudadanos.

Plantea lograrlo a partir de la #igualdad y la #libertad. Esta relación se presenta imposible en las #democracias modernas, quienes, a partir de la #diversidad pretenden lograr la #igualdad, cosa, a todas luces imposible. De la misma manera, la #libertad desaparece al insertar al individuo en un ambiente #social que le precede.

La #democracia se ha convertido, en nuestra post-modernidad, en un #discurso de la #tolerancia #intolerante, que parece funcionar muy bien con la maquinaria de #consumo que se ha impuesto a nivel #mundial. La expansión de los regímenes democráticos y su lógica de #consumo ha traído como consecuencia la estandarización de los #deseos.

El sujeto se encuentra amarrado al #amor por el objeto. El embeleso de tener ha ocupado el lugar determinante en su existencia. Las ofertas comerciales se han transformado en los nuevos mandamientos a seguir de este #ciudadano, #cliente, consumista, quien demuestra, a partir de su relaciòn con los objetos el #éxito de su vida.

Observamos de nuevo que el #sujeto busca por medio de la otredad su realización. En este caso la otredad es el #consumo, pues es quien lo aleja de su pena, de su sufrimiento, de su vagabundez. Sin embargo, el #consumista, gracias a su devoción fetiche, termina necesitando lo que tiene.

Así, surge un nuevo adicto que crea la necesidad a partir de la existencia de ciertas #mercancías. La cosificación del ser tiene lugar cuando sacrifica su capacidad creativa y de contemplación para intercambiar su fuerza productiva con el único fin de valorizar su existencia por medio de la obtención de los #objetos.

La búsqueda infinita

En una #sociedad de #consumo democrático nuestras necesidades son meras #reproducciones de las necesidades de las #mercancías mismas. La lógica de la mayoría traspasa al ente y le coloca en una situación de dependencia, no hay capacidad de #disfrute en una #sociedad marcada por la deontología del #objeto, ya que en donde se instaura una relación con el objeto se tiene como predicado necesario la incomunicación.

Si la unicidad viene dada desde el objeto, el ser es sobrepasado por el tener y la cosificación trae como consecuencia ineludible un #amor al procedimiento, a las tipologías, que atentan directamente contra la unicidad de la #vida.

El desperdicio

Del soplo vital sucede entonces cuando, en vez de buscar una trascendencia vital, se enfoca la atención del ser en la obtención de un objeto creado. Es decir, el sujeto deja de serlo al trasmitir su #voluntad de #vida a la obtención de algo que no la tiene. Cuando la relación del #sujeto se da solamente con el objeto, se rompe cualquier vínculo personal e imposibilita la #relación interpersonal, la #comunicación desaparece.

A manera de #Kafka en su #Proceso, el individuo se siente mejor dentro de una esfera en la cual sabe qué tiene que hacer, qué papel desarrollar y qué se espera de él. Su relación con el mundo está enmascarada por la obtención de algo que realmente no necesita.

Óscar Cuevas

@CuevasO33

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