Por Eliel Morales Sosa
En el 2018, vivimos uno de los procesos electorales más complejos de la historia, con los efectos aún latentes derivados de la reforma electoral del 2014 en las elecciones concurrentes del 2018, estos, aún retumbaron por los impactos colaterales ocasionados de manera notoria, temas como las modificaciones al aumento del umbral del 2 al 3 por ciento para la subsistencia del registro de un partido político, o bien, la aparición de los candidatos independientes que sumó contendientes en la elección presidencial dejaron puntos importantes a considerar.
De los temas mencionados con antelación, es que hubo una consecuencia en la elección, puesto que, al final del día, de los 9 partidos nacionales existentes en 2018, la influencia de los temas mencionados fue determinante para hacer que partidos políticos nacionales como Nueva Alianza y Encuentro Social no les bastase para obtener el mínimo requerido para sobrevivir y asimismo, para hacer una reflexión a la ciudadanía del ¿por qué? y el ¿cómo? una candidatura independiente puede tener un porcentaje mayor al de un partido político si no participan en igualdad de condiciones.