Los contractualistas afirmaban que el papel del Estado es velar por el bienestar ciudadano. Antes, en la cuna de la cultura occidental moderna, Aristóteles y Platón debatían sobre cuál era el bien común pero ambos tenían clarísimo que era obligación de los gobernantes proveerlo. Milenios después, algunos países, como México, Chile o Argentina apostaron por un adelgazamiento del Estado.
Prefirieron dejar que algunos servicios estuvieran en manos del mercado, como Adam Smith. Hace unos días las personas salieron a las calles en Venezuela, exigiendo la deposición de Maduro, el del pajarito. Si bien el chavismo tenía fuertes detractores alrededor del mundo, ahora el madurismo ha demostrado ser ineficiente e ineficaz para asegurar el bienestar del pueblo venezolano. Seguir leyendo