Por Luis Miguel Hoyos
Hoy la región es un terreno político en gran medida “colonizado” por el neohistoricismo y el deconstruccionismo de Derrida, Foucault y Butler. Llegamos a un momento donde se plantea una crítica sistemática a la noción de individuo, contrato social y a las bases ilustradas que fundamentan la modernidad. América Latina viene elaborando su propia “genealogía”. Una que en muchas ocasiones niega el cambio valorativo introducido por el Constitucionalismo Ilustrado.
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