Xóchitl vs Claudia: Análisis del debate presidencial y principales propuestas

Durante el tercer debate presidencial vimos a una candidata opositora más segura y a una Claudia Sheinbaum muy conservadora. Máynez terminó atacando a ambas candidatas, está a 10 días de terminar con una campaña presidencial para el olvido. En este texto hago un repaso de los hitos del tercer debate.

Es poco probable que el tercer debate presidencial modifique sustancialmente las tendencias electorales reflejadas por las encuestas. Sin embargo, el factor de los indecisos, el voto de castigo y el fenómeno del silencio podrían recortar las diferencias. Nuevamente, no necesariamente la candidata que gana los debates, triunfa el día de los comicios. Este puede ser el caso de Xóchitl Gálvez, quien finalmente logró sacar de su zona de confort a Claudia Sheinbaum al mencionar la presunta participación económica de las bandas del crimen en la campaña de la candidata oficialista.

Gálvez recogió la energía de la marcha ciudadana horas antes y se le vio segura, propositiva, arriesgada. Xóchitl volvió a ser aquella Xóchitl que retó al presidente López Obrador y le ganó la narrativa. Xóchitl ganó el debate tranquilamente y logró posicionar tres temas en la agenda: 1. La presunta relación entre las bandas criminales y Morena, 2. Los malos resultados del gobierno morenista y 3. La dependencia de Claudia Sheinbaum de López Obrador.

Xóchitl insistió en que lejos de eliminar los programas sociales, los aumentaría. Señaló la falta de planeación en el programa de gobierno y la gestión de Claudia Sheinbaum en la CDMX. Al hablar de la seguridad, que era el tema más complejo de defender para la candidata oficialista, señaló que Claudia debe pedir perdón, en lugar del voto. Los resultados en materia de seguridad le dan la razón a la candidata opositora, pues 186 mil asesinados, 50 mil desaparecidos y la creciente inseguridad en la campaña son hechos que no pueden esconderse.

Un segundo golpe vino cuando acusó que Mario Delgado enfrenta una investigación en Estados Unidos. En estos momentos Claudia Sheinbaum se mostró nerviosa, imprecisa, chocando con sus micrófonos y cartulinas. Xóchitl insistió en los testimonios presentados por la periodista Anabel Hernández sobre la relación entre Morena y las bandas del crimen. Insistió entre el presunto vínculo de AMLO con el narcotráfico, que según la candidata opositora, se ve reflejado en los casos del Chapo, Ovidio y las visitas recurrentes del Presidente a Badiraguato. Lo que, para Gálvez, prueba la alianza entre Morena y el narco.

Al hablar de sus propuestas, dijo que reducirá el «huachicoleo fiscal», impulsará el respeto a los derechos humanos, la protección a migrantes, fomentará la relación con los empresarios, lo que tendrá como resultado un crecimiento sostenido, finalmente, prometió regresar el prestigio al Servicio Exterior Mexicano a través de una política exterior congruente con la historia del país. Como era de esperarse, anunció sus alianzas con el sector privado y su predilección por la construcción de un gobierno de coalición. Llama la atención que fue la única de las candidaturas que llamó a votar en su mensaje final.

Por su parte, Claudia Sheinbaum fue a conservar la ventaja. Esta estrategia conservadora le impidió contestar a la candidata opositora, lo que en algunas situaciones la colocó contra las cuerdas. Sheinbaum insistió en camuflarse bajo las narrativas del pejeñol. Repitió varios eslogans utilizados por López Obrador durante su gestión: por el bien de todos, primero los pobres, no voy a caer en provocaciones, la oposición está desesperada, respetemos la investidura presidencial, somos los únicos que damos resultados, entre otros.

Llamó al voto por los senadores, diputados, gubernaturas y jefatura de Gobierno para Morena, al igual que lo hizo AMLO en 2018. Mencionó al presidente por su nombre completo en cuatro ocasiones, lo que sigue demostrando que las candidaturas de Morena dependen del arrastre que tiene la figura de López Obrador. Negó el evidente autoritarismo de AMLO y su partido. Tuvo un momento interesante cuando definió los valores del obradorismo contra los antivalores de lo que, para ellos, representa la oposición.

Sin embargo, queda la duda sobre si los indecisos siguen creyendo en este tipo de narrativas, que funcionaron muy bien en 2018 para atraer el voto de castigo de los indecisos. Las propuestas de Claudia Sheinbaum se perdieron ante los ataques de Xóchitl Gálvez. Tal vez la que más se recuerde es la promesa de eliminar los plurinominales, lo que casualmente refuerza el autoritarismo y el carácter antidemocrático del movimiento guinda. Puntualizó el eje de su campaña de prosperidad compartida y prometió la creación de más universidades.

Llama la atención que Claudia Sheinbaum no llamara al voto masivo por Morena en su mensaje final. En lo que llevamos de posdebate, la narrativa de la presunta complicidad entre Morena y las bandas criminales y las declaraciones de Mario Delgado negando las acusaciones de Gálvez, dominan la agenda publicada. Veremos si esto le alcanza a la oposición para tener un Congreso más equilibrado, obtener algunas gubernaturas y ganar la Presidencia de la República.

Como en otras campañas presidenciales, me hubiera gustado escuchar más el cómo y menos ataques entre las candidaturas. Ese es el trabajo que pueden dejarle al gremio periodístico. Quienes seguimos el trabajo legislativo de Máynez debemos estar decepcionados del papel tan lamentable que jugó en la campaña, caso diametralmente opuesto a lo hecho por Salomón Chertorivski en la Ciudad de México, lo que demuestra que en MC todavía tienen algunos cuadros rescatables.

Puntuación: 4.5 de 5.

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